No voy a hablar de los resultados de anoche en Clash of Champions, porque en mi opinión, el primer ppv de Raw fue bastante previsible y de todos modos, los resultados podéis consultarlos aquí si es que no los conocéis ya. Lo único más remarcable el hecho de que Roman Reigns sea el nuevo campeón USA, pero no más en mi opinión. Porque, como cantaba Julio Iglesias, “la vida sigue igual” en lo que a títulos se refiere.

Fotografía perteneciente a la WWE.
Ni el campeonato universal, ni el femenino, ni el título por parejas o el crucero cambiaron de manos, para desesperación, sobre todo, de Seth Rollins, que veía como el título se le escurría de entre los dedos, gracias a la ayuda que Chris Jericho le prestaba a Kevin Owens para que el campeón retuviese…
Que, inciso, si yo fuera Owens desconfiaría de que esa amistad fuera a durar…
Se terminó el inciso. Lo que no supimos ayer tampoco es quién es el mejor, si Cesaro o Sheamus, después de esa tanda de siete combates que ayer quedó sin resolución final. Y eso me lleva a pensar otra vez, y lo siento (bueno, no demasiado), que en la WWE no tienen muy claro que hacer con esos dos luchadores y van a prolongar su feudo por lo menos hasta el programa de Raw de hoy.
Personalmente adoro a Sheamus, pero reconozco que como wrestler, tiene más registros Cesaro, aunque el de Dublin bien podría dar una sorpresa en un futuro no muy lejano. Y creo que Cesaro está infravalorado dentro de las filas de la empresa. Cesaro necesita un título y lo necesita ya. No vaya a ser el próximo que anuncie que deja la compañía por falta de oportunidades.