Si me conocieseis sabríais que escribir esto me duele lo indecible. Formo parte del colectivo que ha sido fan de The Undertaker durante 25 años. Mientras que en el instituto mis compañeras llevaban sus carpetas forradas con fotos de Tom Cruise, Rob Lowe, más tarde Brad Pitt… yo llevaba a The Undertaker. Así de friki soy.
Y no tengo dudas: dentro del mundo del wrestling, del entretenimiento deportivo y concretamente dentro de la WWE, The Undertaker es una leyenda. Se lo ha dado todo al wrestling y ha marcado una era.
Pero ahora mismo, ¿Qué sentido tiene mantenerlo en el ring, aunque sea sólo de forma esporádica? Para mí, poco. Y me explico.
Después de Royal Rumble, el domingo pasado, hay quien dice que a Taker se le veía pesado y lento. Mucha rumorología sobre si en principio iba a haber ganado la Rumble, pero no pudo mantener el equilibrio ante la acometida de Roman Reigns; voces que ahora dicen que tras ese último golpe se ha producido una recaída en una vieja lesión de cadera; etc, etc. The Undertaker está mayor, esa es la única verdad. Nunca ha sido un luchador rápido: forma parte de ese grupo de ‘chicos muy grandes (mide más de dos metros)’, que impone físico a técnica y que impresiona. Además su personaje siempre estaba rodeado de un aura mística que ya quisiera Bray Wyatt para si (imitador, imitador…) y con el tiempo fue labrando algo más: la racha de Wrestlemania. Bueno, lo que es una leyenda, repito.
Pero una leyenda que ha pasado los cincuenta años. Si nos atenemos a la fecha de nacimiento que da la WWE, 24 de marzo de 1965, en breve va a cumplir 52 (Y tengo mis dudas, porque yo juraría que le han quitado algún año). Ric Flair, con una carrera larguísima a sus espaldas se retiró a los 53 y tampoco estaba ya para muchos trotes.
The Undertaker hace tiempo que no está para pelear. ¿Para qué lo conservan? Para mantener a un público que sobrapasa los 40 años y que echa de menos una época anterior y a personajes como Taker, Stone Cold, Goldberg, Brett Hart... Mezclo épocas lo sé, pero vosotros me entendéis. Esa gente por mucho que le eche de menos -que le echemos de menos- no está contenta viendo como el verdadero fenómeno de la WWE se va gastando. Fue un shock verle perder la racha en 2014 frente a Brock Lesnar. ¿Qué sentido tuvo eso? ¿Qué sentido tendrá enfrentarlo en abril a Roman Reigns, AJ Styles, o…? En mi opinión no tiene ninguno.
¿Qué pasa con las estrellas actuales? ¿Es que no tienen suficiente carisma para atraer público por si mismas? Sí. La WWE tiene en sus filas hombres con mucho talento y que encandilan al público más joven, a las nuevas generaciones de seguidores -y a las no tan nuevas-: tenemos a Finn Balor, a Sami Zayn, el propio Kevin Owens; a Seth Rollins (que ojalá se recupere pronto de su lesión); a American Alpha, que para mi fueron toda una revelación en noviembre, cuando la WWE estuvo en Madrid; a las divas, que lo están haciendo muy bien… ¿Qué sentido tiene machacar más a un señor que ya no tiene edad ni forma física por mucho que le queramos? Que le queremos.
De hecho, tanto le queremos, que aquí os dejo una pequeña galería para que veáis como ha sido su evolución a lo largo de los años.